DEBEN PEDIR PERDON!
Todos, absolutamente todos, o casi todos (desde la derecha más radical a la izquierda antisistema) deben pedir perdón! Diez años tomándole el pelo a la emigración española y un siglo olvidándose de unos seres que fueron llamados como mano de obra y resultaron ser personas , como alertaría en 1965 el escritor suizo Max Frisch
Todos, sin lugar a duda, todos son-somos culpables de una actitud miserable, mezquina, egoísta e insolidaria cuando olvidamos que más de dos millones de españoles han tenido que marcharse de este país, no por impulsos telúricos o ráfagas de trashumancia sino porque “había carencia de patatas y pan”, en palabras del recordado escritor gallego Julio Camba.
Todos, absolutamente todos los representantes políticos, incluso los que hace 10 años no estaban allí, son culpables de que los emigrantes españoles no dispongan ni de los medios, ni de los procedimientos, ni de los sistemas adecuados que les permitan participar en las decisiones de su país que, de momento, sigue siendo España
Dedicamos telediarios y tertulias, preñadas de tonterías y noticias intrascendentes o cuando no indecentes, para hablar de las maldades y bondades de unos y otros, escorándose a derecha o izquierda según el tinte partidista con el que se haya embadurnado la pantalla del televisor o del aparato receptor, y ni un segundo a un fenómeno que ha logrado y está logrando para la economía de este país una descarga en la tensión del desempleo, un alivio en los gastos sociales (¿a cuanto asciende la partida presupuestaria dedicada a los gastos sociales de los emigrantes?) y un engorde en el envío de divisas, amén de las inversiones directas que se muestran en muchas ciudades y pueblos de nuestra nación. Y este colectivo, que además no la emprende con la destrucción del mobiliario urbano, sólo pide que se le deje votar “en paz y con garantías
No basta con tener la iniciativa parlamentaria para eliminar el “voto rogado”. La emigración española se merece un poco más que un “gesto legislativo” (cuya elaboración y tramitación debiera ser una labor de todos los partidos, bajo los principios de diálogo y sensatez, y con una comisión de expertos y representación de los afectados) Pero no se está haciendo así. La emigración se merece tanto respecto y atención como se exige y dedica a otros colectivos menos numerosos y que no dan tanto y reciben mucho más de la sociedad española. Seamos claros y comencemos a rasgar esas telas de tabúes que lo único que hacen es esconder el clima de tensión y agresividad del que se ha infectado nuestro entorno, principalmente provocado por esos dirigentes que están mas ocupados en sus futuros puestos en los consejos de administración de las grandes empresas que en hacer posible lo que es necesario. Y necesario es ocuparse mas y durante más tiempo de un problema que se llama EMIGRACION, a la que deben-debemos pedir perdón cuanto antes
3 de marzo de 2021
Ricardo Martínez Barros