¿IZQUIERDA, DERECHA O CORRUPCION?

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¿IZQUIERDA, DERECHA O CORRUPCION?



 



Debo confesar que siempre he tenido dificultades para poder situar los valores ideológicos de la izquierda y de la derecha Me cuesta mucho admitir que un sindicalista de izquierdas utilice los fondos públicos destinados  al bienestar social para su propio lucro e interés. Y me cuesta mucho entender que un cargo público  de derechas  nos anuncie que va a crear empresas y riqueza para el país, y lo único que hace es desviar los fondos hacia paraísos fiscales.



Creo que estamos asistiendo al ocaso de los términos “izquierda-derecha” nacidos de la posición que ocupaban los diputados de la Asamblea Nacional Constituyente, de 11 de septiembre de 1789, surgida de la Revolución Francesa:  Los que querían “conservar” el poder absoluto del Rey, se situaban a la derecha del Presidente de la Asamblea, y los que estaban en contra se ubicaban en la parte izquierda. Con el transcurso de los años se le acusa a la derecha de promover la desigualdad, la igualación y la justicia garante de privilegios. En cambio, la igualdad, la diversidad y la justicia garante de derechos se dice que son el “estandarte” de la izquierda. ¿Y la corrupción en qué bando se ubica, en la derecha o en la izquierda?



Hace unas semanas invité a comer a varios amigos que intuía que enarbolaban posiciones políticas diferentes. Les propuse un cocido gallego por ser más barato y de universal gusto para todos. Pero me dijeron que, con los calores de la primavera, era mejor otro tipo de menú más acorde con la temporada. Cuando degustábamos  los “entrantes” (chorizo riojano, jamón de Extremadura, anchoas del Cantábrico) ensalcé la riqueza de las rías gallegas, como despensa inagotable de pescados, mariscos, algas…Y propuse hacer un menú con productos de Galicia, y un tinto mencía para las carnes y un blanco godello para los pescados. Mi propuesta fue un fracaso, optaron por las  “chuletillas de cordero”, el atún rojo de la zona de Tarifa, el tiramisú y crema catalana, como postre, y un vino de tempranillo y gran crianza en bodega de las diseñadas por esos “gurús” de la arquitectura. En la mesa es cuando el individuo se sincera y se muestra sin ambages. Todos, absolutamente todos, deseaban satisfacer su propio deseo, fuese cual fuese su procedencia o el método empleado para elaborarlo. Propuse café de Colombia y les obligué a tomar licor-café gallego, que todos alabaron por su  calidad. Y les invité a qué disertásemos sobre “monarquía y/o república”. Y alguien se me adelantó y zanjó la polémica: “…Lo que importa ahora es crear empleo”. Dudo que esta  frase no haya sido  “robada” de una entrevista reciente que le hicieron al Sr. Sartorius, pero, en cualquier caso, es válida para una sociedad que está por encima de discursos estériles y que se empeña en seguir azuzando el latiguillo de “…y tu más…”



Hay en España miles y miles de aforados, cargos públicos e Instituciones que tienen el privilegio (a veces no es tal privilegio) de que les investigue y juzgue un Tribunal especial. Y hay en toda la geografía judicial, miles y miles de procesos por corrupción y tráfico de influencias que se diluirán con sobreseimientos y débiles condenas. Nadie pedirá perdón, y nadie devolverá ni un euro del saqueo hecho a las arcas públicas. ¿Importa mucho ser de derechas o izquierdas, monárquico o republicano cuando lo que está en juego es un modelo de sociedad? ¿Acaso no es más preocupante ver   que nuestro sistema educativo es inoperante, y que  la preparación e integridad de nuestros jueces es criticable?



En una sociedad habrá siempre ricos y pobres, guapos y feos, altos y bajos…Pero lo que no debiera permitirse es que haya “marginados”. Y ahora mismo, la prepotencia y chulería de unos y la desidia y falta de interés de otros, está provocando una peligrosa “sima” que puede dar lugar a que  la dicotomía “derecha-izquierda” se torne  en “acomodados-marginados”. Y esto sí que es más preocupante que el ser monárquico o republicano, ser nacionalista o no serlo. Y la corrupción no es más que un camino fácil de “acomodación”, en el que ricos y pobres pretenden instalarse. ¿Podemos ilusionarnos con un frente común izquierda-derecha contra corrupción? Pues esa es la propuesta que hoy hacemos desde “con la ley en la mano”



 



 



Junio 2014                                                                                                          Fdo. Ricardo Martinez Barros


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