EL PUEBLO NO ESTÁ CONTENTO CON SU JUSTICIA

PUBLICADA ESPAÑA EXTERIOR



EL PUEBLO NO ESTÁ CONTENTO CON SU JUSTICIA



 



La  Constitución de 1978 proclama, en su artículo 117.1, que “la justicia emana del pueblo…y se administra por el poder judicial, independiente, inamovible, responsable y sometido únicamente al imperio de la ley” . Pero mucho me temo que este principio es más retórico  que efectivo, y se ha quedado lejos de la realidad.

 

¿Por qué las  leyes que no recogen el sentir y opinión de una sociedad? ¿Acaso se puede legislar y juzgar de forma injusta? ¿Existen leyes “injustas? ¿En dónde está el legislador? Si viviese Diógenes, posiblemente lo estuviese buscando con un candil. ¿No son las leyes unos instrumentos para lograr la mejor convivencia e igualdad entre las personas?



Estas  preguntas las hacemos cada vez que  los terroristas, asesinos y violadores salen a la calle, reciben publicidad gratuita,  se les rinde homenaje o simplemente se les ha reducido unas penas hasta límites insultantes. Hay un claro desajuste entre el crimen y el castigo ¿O es que los delincuentes van a la cárcel sólo  para redimirse?



Pensemos, por ejemplo, en la exculpación de los dueños del PRESTIGE, de los responsable de su inspección y seguridad, de los que aseguran esa chatarra flotante  ¿Es justo que tan grave daño al medio ambiente y a la riqueza costera se salde con una absolución? ¿Quién ha fallado en ese proceso? ¿las acusaciones privadas o populares que, en algún caso, estaban  más ocupadas en batallas políticas inútiles que en encontrar a los verdaderos culpables y responsables de los daños? ¿La instrucción? ¿el juez que dicta la sentencia? Lo cierto es que los verdaderos damnificados no reciben su compensación por los perjuicios causados. Algo se está haciendo mal. Basta ya de montajes escénicos que sólo sirven para desviar la atención sobre los verdaderos culpables. Más seriedad, por favor.



Y ¿qué hacemos con  los violadores, de difícil o  imposible reinserción? ¿Qué corriente doctrinal es la que se ha enraizado en la mente de algunos juristas para anteponer el derecho de reinserción del violador o del terrorista asesino al deber de castigarlo por sus crímenes?



El aferrarse a “principios jurídicos empíricos” y seguir apartándose de la realidad cotidiana puede producir una grave dicotomía entre LEY-JUSTICIA, y  JUSTICIA-LEY.



Es momento de elevarse sobre la “miseria del pensamiento” para alcanzar un consenso que permita restablecer la calidad en las directrices y en los directores  que han de regir una sociedad que aspire a algo mejor que estar lamentándose y pedir perdón y comprensión para los que ni la quieren ni la ofrecen



No hay tiempo para seguir enfrentándose en inútiles tertulias o malgastando las energías en forzar el convencimiento de los fanáticos.  Es momento de asumir que se lo estamos  haciendo mal y que hay caminos mejores para lograr que las leyes se acerquen a la  verdadera  realidad social. ¿Cómo? Pues procurando que la Justicia sea la expresión de la voluntad popular,  y que ésta vuelva a tener confianza en aquella. Sólo así, el pueblo volverá a sentirse identificado con la Justicia, y sólo así es posible volver a sentir respeto por el imperio de la ley ¿o no?   



 





                                                           Fdo. Ricardo Martinez Barros


  Volver a Artículos Publicados

Utilizamos cookies propias y de terceros para realizar análisis de uso y de medición de nuestra web para mejorar nuestros servicios. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Puede cambiar la configuración u obtener más información aquí.

Aceptar y Cerrar