TODOS SOMOS IGUALES ANTE LA LEY; PERO CON "SENTIDIÑO"

PUBLICADA ESPAÑA EXTERIOR



TODOS SOMOS IGUALES ANTE LA LEY; PERO CON “SENTIDIÑO”



 



Hay expresiones que con una sola palabra describen todo  un estado de emociones y sentimientos. En Galicia utilizamos un término para expresar la “necesidad de ser prudente, equilibrado, sensato”. Y este término es “sentidiño”. “Obrar con sentidiño”, “conducir con sentidiño”, expresiones que van en dirección contraria a a actuar “locamente”.



He leído las resoluciones judiciales que dicta la “nueva estrella de la Judicatura”, el juez José Castro que, por los apellidos, creí que era gallego, y no, es cordobés. Pero el apellido “Castro” no le lleva lejos de  una genética galaica. Me cae bien este juez, tal vez porque dicen que no pertenece a ninguna “asociación o partido”, aunque no comparto esos “gestos populistas” que exhibe  He  analizado su resolución imputando a la infanta  Cristina, y estoy siguiendo la inquina y animadversión desbordada que el otro imputado, el socio Torres (¿profesor de una prestigiosa escuela?), tiene contra la Casa Real



Todo esto en un contexto y hartazgo de usos y abusos de poder, de posición o de apellidos y dando una imagen al exterior de país corrupto y fracasado, cuando realmente lo que deberíamos “vender” es que en nuestro país los sistemas e instrumentos de la Justicia están funcionando, y no como en otros. Y lo que ahora se persigue son conductas permitidas en anteriores gobiernos, que es lo que tendríamos que criticar.



El “Juez José Castro imputa a la infanta Cristina”. Este titular apareció incluso en periódicos de Botswana ( país del sur de Africa). ¡Qué vergüenza!  Todos somos iguales ante la ley. Pero el ser “igual” no significa que, cuando juzgamos, nos apartemos de “las reglas de juego”. Y el juez Castro no ha aplicado las “reglas de juego que son igual para todos”, pues ha imputado a la infanta Cristina sin argumento ni fundamento jurídico para hacerlo, y sólo atendiendo al clamor popular. Y eso no es Justicia.



El Fiscal que controla la legalidad de este caso, Pedro Horrach, inicia precisamente su recurso de apelación contra el auto, en el que se cita a la infanta para comparecer como imputada, aludiendo al “Principio de Igualdad”  y dice:

“Imputar a  una persona de hechos que a priori no presentan rasgos delictivos supone, cuando menos, un trato discriminatorio”.  O sea, supone tratar desigualmente (perjudicándola) a la infanta Cristina por el sólo hecho de ser quien es.



El recurso del Fiscal, contenido en 20 folios, es de una sensatez y ponderación encomiable, pone de manifiesto los errores y contradicciones del juez y señala que, por el simple hecho de ser esposo o esposa de alguien, y conocer los hechos delictivos, no por eso se tiene la condición de delincuente. Ni tan siquiera tendría  obligación de denunciar los posibles delitos cometidos por su esposo, como así lo señala el art. 261 de la Ley de Enjuiciamiento criminal. Ningún esposo/a tiene obligación de denunciar los delitos que cometa el otro/a



¿Por qué se ha llamado a declarar como imputada a la infanta Cristina? ¿por clamor popular? ¿por presiones? ¿por interés populista? Por falta de “sentidiño” y por una ausencia de prudencia necesaria en estos casos, al margen de haber analizado con más profundidad  si había  elementos incriminatorios serios. La consecuencia muy negativa de todo ello, es el   tremendo  daño para la  “marca España”. ¡Qué pena!



Todos somos iguales ante la ley. Por supuesto. Pero con “sentidiño”, por favor.



 



 



Abril 2013                                                                                                              Fdo. Ricardo Martinez Barros


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