RACISMO Y XENOFOBIA

PUBLICADO ESPAÑA EXTERIOR



RACISMO Y XENOFOBIA



 



            Somos actores y observadores al mismo tiempo de un mundo sin mitos, que, sin embargo, es prolífero en ideas, y que sigue aferrado a unas incendiarias ideologías, brasa y rescoldo de crecientes xenofobias.



 



El pleno disfrute de los derechos humanos sin ningún tipo de discriminación, es un principio fundamental que debe protegerse.



 



Eurasia se ha construido y se construye con las continuas avalanchas de capas superpuestas de invasiones que van configurando la interminable identidad de los pueblos.



 



El Racismo y la Xenofobia esconden primitivos comportamientos de protección y conservación, de egoísmo y agresividad.



 



El análisis y solución del problema no se combate sólo con Leyes, sino, y sobre todo, con la educación y medidas de preservación de los derechos de unos y otros.



 



La ciudad más multirracial de Europa es Berlín, y sin embargo su capacidad de integración y reconstrucción es inagotable sin tener que emplear más Leyes ni medios que su alto grado de educación cultural y su sistema de protección de los derechos ciudadanos.



 



Un reciente Informe de Amnistía Internacional (10-abril-2008) urge al Gobierno español a aprobar un Plan de Lucha contra el Racismo y la Xenofobia. El año pasado, en España,  la Guardia Civil informó de 20 denuncias de racismo y xenofobia, la Policía Nacional controló 100. En ese mismo período en Gran Bretaña el número de denuncias alcanzó las 50.000. El INFORME RAXEN contabilizó, en el año 2006, 4.000 agresiones racistas en España. Desde 1997 a 2004 se dice que las actitudes hostiles hacia los extranjeros en nuestro país aumentó desde el 8% al 32%, es decir, CUATRO VECES en 7 años.



 



¿Cómo se explica este cambio tan brutal de nuestro comportamiento en tan escaso período de tiempo?. ¿Hemos advertido que tal vez este cambio obedece a fuerzas telúricas de auto protección?. ¿Cuántas agresiones a la propiedad, a la integridad física y síquica hemos sufrido en este tiempo por parte de los extranjeros de determinados países?. ¿A ver si el problema más racista y xenófobo no es de racismo sino de autoprotección ante la pasividad de unos administradores?



 



No creo que España sea más racista y xenófoba que Gran Bretaña o Alemania, pero sí es cierto que en España no se están arbitrando los “filtros” y procedimientos adecuados para la protección de los derechos consolidados de los nacionales. La xenofobia y el racismo no se combaten con Leyes, lo mismo que la violencia de género no se erradica con un abanico de normas y medidas que se dictan al margen y con desprecio del análisis del problema.



 



Ciertamente la adopción de medidas legales no puede despreciarse. Pero tales medidas no son suficientes si no van acompañadas de un haz completo de actuaciones que sirvan para cambiar los comportamientos de unos y otros.



 



En la Roma de Diocleciano cuantas más Leyes y órdenes se dictaban contra los cristianos, más catecúmenos ingresaban en la nueva religión.



 



El PROGRAMA DE ACCION COMUNITARIO, aprobado por el Parlamento Europeo y el Consejo el 7 de diciembre de 2002, o el PLAN ESTRATEGICO DE CIUDADANIA E INTEGRACION 2007 – 2010, elaborado por el Gobierno Español, se preocupa por la inclusión o cohesión social, pero difícilmente se pueden incluir en esta sociedad aquellos que acceden a este país para delinquir, para dinamitar nuestras costumbres y derechos y superponer otras costumbre y otros derechos abusivos y desintegrados frente a los nuestros consolidados.



 



La Ley de Extranjería es un instrumento jurídico válido para el reconocimiento de los derechos de los ciudadanos extranjeros que quieren compartir con nosotros su esfuerzo y sus deseos de hacer una sociedad más avanzada y culta. Y el art.22.4 del vigente Código Penal contiene una medida idónea para proteger a los que vienen a este país y actúan bajo esos parámetros, AGRAVANDO LAS SANCIONES contra los que actúan delictivamente. “por motivos racistas, antisemitas, u otra clase de discriminación referente a la ideología, religión o creencias de la victima, la etnia, raza o nación a la que pertenezca, su sexo u orientación sexual, o la enfermedad o minusvalía que padezcan “ (art. 22.4 del CP).  



 



No es un delito “per se” el ser racista o xenófobo, es una circunstancia que, si se prueba que se actuó bajo la misma, agrava la sanción que se debe imponer a la conducta perseguida.



 



El  Racismo y Xenofobia no son fenómenos ni movimientos actuales, son inadecuadas respuestas contra inadecuados sistemas de educación y cultura y contra inoperantes y vomitivos programas de desprotección de los derechos fundamentales ciudadanos.



 



¿Acaso hay algún español que sienta odio a los 60 millones de turistas extranjeros que nos visitan cada año? ¿en donde está la xenofobia o un odio al extranjero?.



 



Enfoquemos bien el problema y no repitamos capítulos denigrantes de la Historia de la Humanidad.



 



 



Vigo, 29 de mayo de 2008



 



 



Ricardo L. Martínez Barros


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