¿PUEDEN OBLIGAR A VACUNARNOS?

¿PUEDEN OBLIGAR A VACUNARNOS?



La respuesta, sin ningún tipo de duda, es SÍ.



 ¿Puedo circular libremente por el territorio nacional y elegir mi residencia dentro del mismo? La respuesta es también, sí, porque  así lo ampara  el art. 19 de la CE. Pero realmente esa circulación, si es con vehiculo, está sometida a una serie de condicionantes (cinturón de seguridad, limite de velocidad, no adelantamiento en raya continua y decenas de prohibiciones )   Y estas limitaciones se fijan para preservar la seguridad de los demás así como para evitar colapsos hospitalarios y gastos de Sanidad.



 



El art. 15 de nuestra CE consagra el derecho a la vida y a la integridad física y moral. Y por su parte  en el art. 43.1  de la Carta Magna se reconoce “el derecho a la protección  de la salud”, siendo “competencia de los poderes públicos (art. 43.2) organizar y tutelar la salud publica a través de medidas preventivas y de las  prestaciones y servicios necesarios”



 



¿Se contradicen los artículos  15 y 43 de la CE?  La respuesta es NO. ¿Por qué existe tanto recelo para obligar a vacunarnos una vez que científicamente está demostrado que con la vacuna se evitan muertes, se ayuda a la economía y se libera la saturación del sistema sanitario? Por cobardía y por una falta de autoridad internacional y nacional que impulse una legislación que sustente y ampare esa decisión



 



Bastó una semana, en octubre de  2021  para modificar, por ley, el impuesto de Plusvalia. Bastaron quince días, en junio de 2014,  para elaborar y aprobar  una Ley Orgánica en 2014 que hiciese efectiva la abdicación del Rey Emérito.  ¿Por qué en este país somos tan pacatos a la hora de adoptar decisiones que deben primar  el interés general por encima del interés electoral? Pues porque los que nos gobiernan sólo se obsesionan por su interés partidista o particular y descuidan la máxima que debe regir toda actuación política y que no es otra que “HACER POSIBLE LO QUE ES NECESARIO”



Por supuesto que  todas las   opiniones a favor y en contra deber ser oídas, y saldrá vencedora la que refleje la mayoría que actué con criterios de sensatez, ponderación y equilibrio en pos  del interés general.   Claro que  el vocablo  “general” en este país produce “urticaria” Quizás habría que  suprimirlo  en el escalafón militar y sustituirlo por “comisario-a” o por “rufián-a”. Algo que sea sonoro. Y para que la ocurrencia tenga substrato democrático, debe someterse a  referéndum entre la ciudadanía en el  que voten también los muertos de “memoria democrática” .  ¿Acaso todo esto no serviría para evitar tener que resolver el problema sobre  si la vacuna debe ser obligatoria?



8 de diciembre de 2021                                                      



RICARDO MARTINEZ BARROS



 


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